Los búnkeres de Carteia.

Uno de los tesoros menos conocidos de Carteia son sus búnkeres del siglo XX. Enmarcadas en el Plan de Defensa del Campo de Gibraltar, desde 1939 hasta 1944, durante la II Guerra Mundial, se construyeron desde el río Guadiaro hasta Conil, cerca de 500 obras de fortificación militar. Aunque la idea de Franco era la toma de Gibraltar con medios exclusivamente españoles, todas las órdenes que se dieron en principio eran de carácter defensivo, con el fin de asegurar la zona del itsmo de La Línea de la Concepción, así como sus flancos y el Estrecho, para garantizar la integridad del territorio español frente a un hipotético ataque aliado desde Gibraltar.

En Carteia se construyeron tres búnkeres en primera línea de costa y un puesto de observación artillero en la zona más alta, cerca del teatro romano. Su misión era la vigilancia y alerta en la zona costera, dando aviso sobre desembarcos y la contención de las primeras oleadas de los mismos, dando tiempo a que las reservas se trasladasen al sitio oportuno.

Los dos búnkeres que actualmente se encuentran en los límites del enclave arqueológico de Carteia, fueron utilizados por los arqueológos como almacén de materiales prodecentes de las distintas campañas de excavación. El mejor conservado, emplazado junto al jardín y la factoría de salazones, fue adecentado en 2004 y reutilizado como almacén. En 2011, dentro de los trabajos de conservación y puesta en valor realizados en el enclave, se han extraído todos los materiales arqueológicos que albergaba y se le ha aplicado un tratamiento de consolidación, con el fín de paliar los problemas de filtración de aguas que sufría. Desconocemos aún la fecha exacta de su construcción, aunque en su interior se conservan grafitis fechados en 1942 y 1943.

Este búnker, a diferencia de los otros dos, tiene la peculiaridad de que no mira hacia Gibraltar, sino que vigila la zona playera de la desembocadura del río Guadarranque. Dispone de un largo pasillo y de tres estancias alineadas, simétricas la de los extremos y una central de mayor tamaño. Aunque nunca fue utilizado en acción militar, si que estuvo guarnecido. .Se trata de un nido mixto equipado con ametralladoras Hothkiss de 7 m/m y cañones contracarros de 37 ó 45 m/m. Pudo albergar de 10 a 15 hombres, en función del armamento utilizado. (fuente: César S. de Armada).

Su apertura al público y su inclusión en el itinerario de visitas, supone un aliciente más para conocer Carteia y un nuevo episodio de nuestra historia reciente.

Entrada al búnker.

Pasillo interior.

Puesto artillero.